Wednesday, October 05, 2005

Sonambulismo y otras paranoias nocturnas (I)

Dije que en este blog iba a hablar de sueños. Sin embargo, debería haberlo ampliado a la gran cantidad de cosas que me pasan cuando duermo. Soñar es bonito, pero a veces la noche trae consigo otras cosas, aparte del mero hecho de dormir. Algunas son divertidas (como la que contaré a continuación) y otras son un infierno. Mi infierno.
BLA, BLA, BLA... Y NADIE LO ENTENDÍA SALVO YO.
Una de las cosas que me ocurren cuando duermo es que soy sonámbula. No de las que se levantan en camisón y pasean por la casa como un fantasma. Mi sonambulismo es menos romántico que eso. Muchas son las noches en las que me despierto y estoy sentada en la cama, o simplemente tengo un brazo levantado con la manga del pijama bajada mientras me hago cosquillas con la otra mano. Y en la carrera cuando me dormía en clase seguía escribiendo en los apuntes... lo que estaba soñando en aquel momento.
Estas situaciones son inofensivas (de momento no he atacado a nadie), pero son menos divertidas para el que duerme conmigo que cuando me da por hablar en sueños, cosa que, aunque no me pasa cada dos por tres, ocurre bastante a menudo.
Generalmente me suele ocurrir cuando me estoy quedando dormida en una conversación. Últimamente estoy tratando de controlarlo, y a veces tengo éxito. Debe ser bastante divertido para la otra persona, porque de repente empiezo a decir tonterías que no tienen ni pies ni cabeza.
La primera vez en que me percaté de esto fue durmiendo con Eleder. Estábamos hablando y yo me estaba quedando frita. El caso es que en mitad de la conversación le solté algo así como "dame la tarjeta roja de hacer el indio". El caso es que nada más decir yo esto me desperté. Sabía que había dicho eso antes de que Eleder me soltara un "¿estás loca?" o algo parecido. Y el caso es que, medio adormilada aún, me hicieron falta unos pocos segundos para darme cuenta de la gilipollez que había dicho. Y eso que en mi sueño era perfectamente lógico.
Pues eso no hizo nada más que comenzar. Cada vez que me empiezo a dormir en mitad de una conversación digo alguna sandez. La última me pasó hace unos pocos findes en casa de Ear. El pobre me estaba hablando y yo empecé a responder gilipolleces hasta que me quedé definitivamente dormida en el sofá.
Esta es la cara amable de mis rarezas al dormir. Desgraciadamente hay más que eso. Menos mal que en los últimos 3 meses no me está pasando nada más. Y todo gracias al Puchi, que ha dormido conmigo todo el verano. ¡Esperemos que esto dure! Aunque con la llegada del invierno ya no duerme conmigo, y espero no tener más problemas para dormir. ¡Ahora lo que tengo es frío!
Heriss.

Sunday, October 02, 2005

¡Magia!

Hace una semana tuve un sueño muy extraño. El caso es que no me acuerdo de mucho, pero resulta cuanto menos curioso. Todos hemos tenido en algún momento de nuestras vidas el típico sueño en el que vuelves al colegio, a la universidad, al curro (si estás de vacaciones), a la mili... Pues este es uno de esos sueños. En fin... ¿Alguien se ha preguntado qué estudiaría Harry Potter si en vez de ir al colegio fuera a la Universidad? A veces creo que estoy enferma... Pero me lo paso pipa soñando estas cosas.

SI HARRY POTTER FUERA A LA UNIVERSIDAD...
El sueño comienza con el topicazo de turno: Llegas a la universidad y te das cuenta de que es final de curso y no has ido a una puñetera clase en todo el año...
"Joder, este año me he pasado," pensé.
Era de los últimos días de clase, y faltaba poco para los exámenes. Yo, como en la vida real, no había ido a ninguna clase (a excepción de los días de puente, para que el profe de turno me viera en esos días en los que hay menos de 3 personas en el aula). Pero es que esta vez me había pasado de lista. El caso es que no me acordaba en qué asignaturas me había matriculado para pedir los apuntes. De hecho no sabía a qué exámenes presentarme y mi mente empezaba a barruntar la idea de presentarme en todos por si sonaba la flauta. Y es que era el último año de carrera. Y pretendía aprobar en Junio (ole mis huevos).
Fui a un colega de clase a pedirle apuntes y a preguntarle qué asignaturas había este año. Y no me sonaba ninguna. Las asignaturas tenían nombres extrañísimos. Eran combinaciones de palabras que por separado tenían significado pero que juntas no tenían ningún sentido, como la mítica "tarjeta roja para hacer el indio", que ya relataré en otro post.
El caso es que yo era estudiante de ¡¡¡magia!!! y las asignaturas de la carrera eran... bueno, "surrealistas" sería un término muy suave para referirme a ello... En fin, he aquí algunas joyitas que apunté en un papel a la mañana siguiente y que no tienen desperdicio.
- Estadística Cuántica de la Taumaturgia (era como la Econometría de mi carrera pero seguramente impartida por un profesor llamado Gandalf).
- Teoría de la Adivinación (ésta es fácil, ¿eh?).
- Antropomorfología Aplicada a la Magia (ésta era la práctica).
Había bastantes más, pero no las recuerdo, de hecho creo que ni me molesté en leerlas en el programa de estudios, cosa que no me extraña, pues esto asusta a cualquiera.
No me sonaba de haberme matriculado en la 3ª, pero era la única asignatura práctica de la carrera y me parecía muy raro no haberme apuntado. La de la Estadística me acojonaba bastante y era el puro de la carrera. Sin embargo, la de la Adivinación me parecía muy fácil, como para leérmela un poco antes de examen y aprobarla. Y la hubiera aprobado. ¿Por qué?
Curiosidades y coincidencias de la vida: Esa mañana en el curro tuve una corazonada. Vino uno de los mejores clientes de la oficina, uno que nunca ha dado problemas y que trae mucho dinero todos los días (trabajo en un banco, y el cliente es el dueño de una empresa que trae todos los días la recaudación de las tiendas). El caso es que me dejó el dinero, como siempre, en sobres cerrados. Cogí uno de ellos (cerrado) y me dije "aquí hay un billete falso". Lo había.
Heriss